Alcachofa - Cynara scolymus
La Alcachofa podría ser originaria de Egipto o del Norte de África. La planta denominada Cynara ya era conocida por griegos y romanos. Al parecer se le otorgaban poderes afrodisíacos y toma su nombre de una muchacha seducida por Zeus, y después transformada por este en alcachofera.
La Alcachofa se extiende por Mediterráneo occidental y más tarde se introduce y cultiva en numerosos países templados en todo el mundo.
Los holandeses introdujeron las alcachoferas en Inglaterra donde en 1530 se cultivaron Boreham, Essex y en el jardín de un palacio de Enrique VIII. En Estados Unidos en el siglo XVIII se cultivan en Luisiana por los franceses y en California por los españoles.
La Alcachofa es un cardo y lo más nutritivo se encuentra en la cabezuela, en los pétalos carnosos y en su corazón.
En la gastronomía se utiliza cocida y rociada con vinagretas cuando se corta la punta o en su consumo deshojando los pétalos y pasarlos en una vinagreta. Con frecuencia se encuentran los corazones en conserva y también se suelen preparar los corazones gratinados.
Las flores de la Alcachofa, al igual que las del cardo, contienen tres enzimas: pepsina, quimosina y paraquimosina) que sirve como cuajo de la leche para la elaboración de quesos. Dichos quesos reciben generalmente el calificativo de queso de flor.
La Alcachofa y la salud
La Alcachofa estimula el hígado y promueve la producción de bilis por ello se considera una entrada ideal cuando se van a consumir alimentos ricos en grasas.
La Alcachofa es rica en vitaminas (carotenos, vitamina B, vitamina C) y minerales (potasio, hierro, y calcio). Contiene una sustancia llamada Inulina, muy importante para quienes padecen de diabetes pues brinda energía sin disminuir la provisión de insulina. Otro componente activo es la Cinarina que protege el hígado y estimula la secreción de la bilis.